Bueno mis chicos y chicas, ha llegado la hora de despedirnos, aunque un poco antes de lo previsto. Me hubiera gustado hablar con vosotros uno por uno y daros un beso esta mañana, pero ha tenido que ser todo muy rápido y no he podido hacerlo.
Sois unos alumnos maravillosos, los mejores que he tenido, y me ha encantado trabajar con todos vosotros estos meses. Yo he aprendido mucho junto a todos, y espero que vosotros también hayáis aprendido durante el tiempo que hemos estado juntos.
Le he dicho a Juan Pedro, vuestro nuevo profe, que sois todos estupendos, y que trabajáis fenomenal. Ahora tenéis que seguir leyendo y trabajando todos los días para demostrárselo. Es un profe muy bueno, ya lo veréis, así que portaros bien y no habléis mucho en clase.
Ya le iré preguntando yo a Juan Pedro por todos vosotros, para que me cuente como estáis todos y si os estáis esforzando en clase o no. Seguro que lo pasáis fenomenal aprendiendo nuevas cosas todos los días.
Os prometo que cuando pueda iré al cole, a estar un ratito con vosotros para que me contéis todo lo que os ha pasado y comprobar lo bien que trabajáis.
Un beso muy grande para todos.
Luis Miguel.
Es el diccionario de la Real Academia de la Lengua. Si escribes la palabra que quieres donde está la flecha y pulsas intro te dirá si es correcta y su significado. Pincha en la foto de arriba para ir al diccionario.
Fernando estaba aquella mañana desayunando sus crujientes galletas. Estaba deseando terminar para ir al polideportivo a jugar un partido de fútbol. Cogió su bicicleta, pero cuando atravesaba la Plaza Mayor se le cruzó un coche y Fernando se asustó, apretó el freno delantero y cayó hacia adelante, dando tres volteretas y perdiendo el conocimiento.
Cuando se despertó estaba en el Hospital, no se acordaba de nada, bueno sí, ...tenía que jugar un partido, pero no iba a ser posible, porque se había roto una pierna, un brazo ¡y dos dientes!
Fernando estuvo un mes en el Hospital y luego en su casa en cama dos meses más.
Durante todo ese tiempo sólo pensaba en su gran afición: el fútbol.
Sus amigos lo visitaban diariamente, charlaban y jugaba con ellos al parchís. Veía mucho la "tele" y se aficionó a resolver pasatiempos de "sopa de letras".
Fernando comprendió que además del fútbol hay otras cosas importantes, como los amigos, la lectura, y ¡por supuesto!... las sopas de letras.
Autores: Alumnos del curso de refuerzo educativo del Colegio Público "Gutierrez de la Vega" de Montiel (Ciudad Real) Verónica Badillo, Marta Román, Francisco Higueras, Francisco Carrasco, José Miguel Perona y Angel Gallego. Monitor Pedro Castellanos.
En la pestaña de las fotos se pueden ver más imágenes.
Iba un ratón por el bosque y se encontró un gato. El gato se quería comer al ratón, y este, asustado, se fue corriendo nada más verlo.
Cuando estaba huyendo y comenzaba a pensar que estaba a salvo, se encontró por el camino un lobo. El lobo también quería comerse al ratón, porque tenía muy buena pìnta. Pensó que tenía que estar muy bueno con salsa tartara.
El ratón vio un agujero en el tronco de un árbol cercano y decidió meterse rápidamente en ese escondite. El lobo le persiguió, pero no pudo meterse al ser muy grande su cuerpo para ese agujero tan pequeño.
-¿Por qué no somos amigos y jugamos juntos?-, le dijo el ratón desde el árbol.
- Vale, pero jugaremos a ratón que te pilla el lobo- contesto el lobo.
-Me da un poco de miedo jugar a eso contigo, prefiero que hagamos una fiesta de pijamas- comentó el ratón.
- Y ¿eso qué es?- preguntó el lobo.
- Esta noche lo verás- dijo el ratón.
Y juntos esperaron a que llegase la noche para hacer la fiesta de pijamas en el bosque.
Y colorín colarado este cuento se ha acabado.
Cuento creado por los alumnos de 1ºA
(Dos duendecillos amigos)
Rompelipón y Pintapolín
por un limón, van al jardín.
Pintapolín lo encuentra al fin.
Rompelipón halla un jazmín.
-Toma el limón, Rompelipón.
-Dame el limón, Pintapolín,
toma el jazmín.
Juegan sin fin, por el jardín
Rompelipón con su limón
Pintapolín con su jazmín.
Anónimo
De la web www.elhuevodechocolate.com
EL DUENDE Y EL BÚHO(Cuento interactivo recomendado para niños de siete años) Teresa Briz Amate, Francisco Briz Amate | |
Había una vez un duende que vivía en una seta de chocolate del bosque. Cerca de su casa pasaba un río de aguas azules y transparentes. Todas las mañanas el duende atravesaba el río para comprar comida en el mercado del bosque. Le gustaba mucho hablar con sus amigos, el oso carnicero, la nutria pescadera y el lobo panadero.
Un día el duende conoció a un nuevo animal del bosque que había viajado mucho por todo el mundo, era un búho muy sabio.
El duende y el búho se hicieron muy amigos y todos los días se reunían en la casa de chocolate para jugar al ajedrez.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado, si quieres que te lo cuente otra vez cierra los ojos y cuenta hasta tres.
Si quieres responder a unas preguntas para ver si has entendido el cuento pincha aquí
Este cuento está en la web www.elhuevodechocolate.com. Está página tiene multitud de actividades interesantes para hacer en casa con las familias: cuentos, adivinanzas, refranes, juegos, etc. Hay un enlace a esta web en el apartado Variado de la pestaña Enlaces para Trabajar.
Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.
Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir del la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en su nido...
¿Paz perfecta...?
¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda.
¿Sabes por qué?
"Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."
NOTA IMPORTANTE: Recordad que el próximo lunes, 30 de enero, es el Día de la Paz. Todo el alumnado del centro debe asistir a clase, si es posible, con pantalón vaquero azul y camisa o jersey blanco para realizar las diferentes actividades que tenemos previstas.
Gracias por vuestra colaboración.
Un hábil gato hacía tal matanza de ratones, que quedaba alguno vivo. Los pocos que quedaban no se atrevían a salir de su agujero, se escondían todo e día pasando mucha mucha hambre. Para ellos, ese no era un gato, era un diablo carnicero. Una noche en que el gato partió a los tejados en busca de alguna gatita, los ratones hicieron una junta sobre su problema más urgente.
Desde el principio, el ratón más anciano, sabio y prudente, sostuvo que de alguna manera, tarde o temprano, había que idear un medio de modo que siempre avisara la presencia del gato y pudieran ellos esconderse a tiempo. Efectivamente, ese era el remedio y no había otro. Todos fueron de la misma opinión, y nada les pareció más indicado.
Uno de los asistentes propuso ponerle un cascabel al cuello del gato, lo que les entusiasmó muchísimo y decían sería una excelente solución. Sólo se presentó una dificultad: quién le ponía el cascabel al gato.
- ¡Yo no, no soy tonto, no voy!- dijo uno.
- ¡Ah, yo no sé cómo hacerlo!- contó otro.
- ¡Pues yo no me atrevo!- soltó un tercero.
-A mi me da miedo!- comento uno más pequeño.
En fin, terminó la reunión sin adoptar ningún acuerdo, porque nadie se atrevía a poner el cascabel al gato.
Nunca busques soluciones imposibles de realizar.
